Se acabó la resignación

19/05/2011

Se acabó la resignación

Mi profesión es el periodismo, tengo 40 años y trabajo en una Universidad pública. Cada día observo a los cientos de estudiantes que salen y entran de las facultades, que toman café en las cafeterías, que se sientan en los parques… y en casi todos ellos he observado lo mismo: desesperanza, desmotivación, desilusión ante un presente y un futuro que les cierra la puerta y abofetea sus perspectivas e, incluso, yo diría que sus derechos. Derecho a un trabajo digno, derecho a una vivienda, derecho a crecer, a madurar como seres independientes y autónomos…. Ellos forman parte de una generación ‘perdida’, según organismos como el FMI. La generación mejor formada en la historia de nuestro país. La generación más preparada a nivel académico para afrontar los retos que se le suponen a un país moderno que hasta hace 4 días aspiraba a consolidarse como una gran potencia económica y política y a día de hoy espera en la cola de los países aspirantes al ‘rescate’… Se acabó.
Yo misma he sufrido en mi piel lo que significa un despido injustificado, amparado en palabras que suenan huecas en los oídos de las ‘víctimas’: competitividad, eficiencia económica, sostenibilidad empresarial… Yo tuve la suerte de encontrar un trabajo. Otros muchos no. Otros muchos fueron despedidos, agotaron el paro, agotaron las ayudas sociales, se agotaron en ir y venir de curso de formación y reciclaje en curso de formación y reciclaje, agotaron sus fuerzas en la búsqueda de un empleo que nunca llega… Se acabó.

Los que seguimos ‘activos’ nos sentimos muy afortunados y damos gracias al cielo y al infierno por pertenecer a ese grupo de elegidos que no tienen que hacer carambolas para llegar a fin de mes. Da igual que ahora trabajemos más por menos, da igual que los salarios no se correspondan con nuestra valía profesional, da igual que el trabajo nada tenga que ver con nuestra cualificación. Da igual. Es un trabajo, es un salario y nos permite continuar. Los mileuristas son unos privilegiados… Se acabó.

Se acabó la resignación…. Hemos despertado y la indignación ha tomado las plazas públicas y reclama cambios. La indignación de los que nada tienen que perder porque sólo pueden ganar su futuro y sus derechos ha tomado la palabra en esta campaña electoral que se ha transformado, poniendo el espejo delante de la cara de unos partidos políticos trasnochados, incapaces de dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía, atados de pies y manos por las leyes de un mercado ciego que sólo opera en favor del beneficio de unos pocos. Con tiranía nunca puede haber democracia. La tiranía del mercado y las finanzas está acabando con las libertades y los derechos de esta parte del mundo que, a fuerza de revoluciones, a fuerza de sacrificios, a fuerza de memoria histórica y a fuerza, por qué no decirlo, de someter a otros, había acuñado un Estado del Bienestar que, a medida que las hordas del poder financiero avanzan, está siendo arrasado, aniquilado. Corre peligro de muerte.

Empecé esta campaña electoral completamente desesperanzada. Sólo esperaba más de lo mismo y sólo aspiraba a votar para tratar de evitar mayorías ‘aplastantes’, como las han denominado algunos. Creo que no soy la única. Estoy rodeada de gente que iba a acudir a las urnas con la nariz tapada, conscientes de que la abstención sólo favorece a las mayorías pero también sintiéndose responsables de la necesidad de participar… Empecé esta campaña con la idea clara de que, digan lo que digan los políticos, la gente no va a cambiar de opinión, y la opinión es que la clase política de este país genera una gran incertidumbre entre los ciudadanos y una gran desconfianza, y una gran inseguridad.
Eso también se acabó. La indignación ha acampado en las plazas públicas y se está haciendo oír y mi corazón y mi cerebro, resignados y adormecidos, están despertando del letargo al que, en ocasiones, nos somete el miedo y la desesperación. Se acabó.

Ahora, espero…

Espero que esos cientos, esos miles de jóvenes y no jóvenes que acampan en las plazas de los pueblos, en las plazas de las ciudades, en las plazas de los grandes centros económicos y políticos de este país no levanten el campamento después del 22-M. Espero que sus reivindicaciones sigan vivas más allá del domingo y se hagan oír. Los medios de comunicación –esos, que llevan también demasiado tiempo resignados- tienen por delante un papel fundamental que jugar como instrumentos de transmisión, como elementos para el análisis y la reflexión, como medios para transformar las cosas. Espero que esos que van a lo suyo y sólo aspiraban a que llegara el domingo por la noche para repartir el pastel también despierten de su letargo y empiecen a trabajar por una sociedad que les está exigiendo futuro.

Ánimo, indignados.

Los sonidos del Cervantes

03/05/2010

En este podcast podrás escuchar mi visión personal sobre los ‘entresijos’ de la jornada de entrega del Premio Cervantes, más allá de lo que siempre vemos o escuchamos. Espero que te guste

Ir a descargarEl reposo del guerrero de la palabra, curtido en mil batallas

El cuarto, en la ciudad de Cervantes con el Cervantes

23/04/2010

Este último vídeo del módulo relata, a mi manera, los preparativos del acto de entrega del Premio Cervantes y también muestra algunas de las imágenes de la jornada solemne. Espero que os guste.

El tercero, Alcajob 2010, foro de empleo

18/04/2010

En la UAH se celebra cada año Alcajob, un foro de empleo en el que las empresas recogen currículums de los estudiantes de los últimos cursos y los estudiantes se informan de becas y alternativas formativas y profesionales. Os invito a pasar.

El segundo, en el huerto

18/04/2010

Este fin de semana hemos plantado un huerto en familia. Esperemos que las inclemencias no lo malogren. Mientras tanto, os invito a conocer paso a paso cómo se siembra un huerto

El primero, movidito, como mi vida

18/04/2010

Es mi presentación a los compañeros de ‘batalla’ y, por supuesto, un cortito paseo por Alcalá de Henares. ¿Me acompañáis?